Villa Petricor

AROMA TERROSO

La conservación de varios grupos de árboles existentes en la propiedad fue la idea que guió a CO-LAB a la hora de construir Villa Petricor, una vivienda de tres habitaciones abierta a un jardín tropical en Tulum.

Al otro lado de la calle, frente a la casa estudio de Luis Barragán en Ciudad de México, el arquitecto diseñó un jardín donde deleitarse con el cuidado y belleza de una vegetación que aún hoy, siete décadas después, parece crecer en libertad. La Casa Jardín 17 es una muestra del gusto, la maestría y la pasión de la cultura mexicana por el contacto con la naturaleza. Es el caso del estudio de arquitectura CO-LAB Design Office, para el que la conservación y puesta en alza de la exuberante selva de Yucatán es uno de los principales objetivos de su trabajo. Fundado en Tulum por Joana Gomes y Joshua Beck en 2010, la arquitectura es la herramienta con la que CO-LAB trata de hacer que la vida, en el más amplio sentido de la palabra, se abra paso. “Adoramos esa parte orgánica que evoluciona con el tiempo. Cuando la naturaleza abraza el edificio como si éste hubiera brotado de la misma tierra”.

Combinar los métodos de construcción artesanales con el diseño moderno tiene un impacto positivo en la revitalización de algunas técnicas y conocimientos tradicionales
— CO-LAB

Su último proyecto, Villa Petricor, se encuentra cuidadosamente posicionado para proteger varios grupos de árboles preexistentes en la zona. El jardín tropical que rodea y da privacidad a la villa es el telón de fondo de cada una de las estancias y mantiene una relación de mutuo respeto con la casa. La luz natural se cuela por los tragaluces a todos los rincones, prolongando la omnipresente vegetación gracias al juego de luces y sombras, y revelando el trabajo manual “perfectamente imperfecto” de los artesanos locales sobre el cemento pulido. Una colaboración de la que CO-LAB se siente especialmente orgulloso.

“Combinar los métodos de construcción artesanales con el diseño moderno tiene un impacto positivo en la revitalización de algunas técnicas y conocimientos tradicionales”. Su compromiso se refleja en la relación que mantiene con el entorno, empleando materiales locales y trabajando con artesanos. “Construimos priorizando la calidad y tratando de concienciar en la conservación y protección de los recursos naturales”.

El mobiliario y la decoración de Villa Petricor, cuyo diseño y fabricación firma el estudio de arquitectura, hace gala de dichos principios. La madera de cedro que compone el sofá es propiedad del carpintero que ayudó en su realización; y la piedra que cubre la mesa del comedor, la cocina y los baños, es una variante mexicana llamada Mármol Santo Tomás. Las formas arqueadas recorren toda la superficie interior creando una sensación de continuidad visual y ampliando visualmente el espacio. Arcos y curvas se encuentran en techos, puertas y ventanas. También en detalles de la decoración y el mobiliario como la isla central de la cocina, mesas, sillas, alfombras o lámparas. Los tonos color tierra del lino en los textiles, junto a la mezcla artesanal de pigmentos minerales en paredes y suelos, componen una atmósfera de serenidad y bienestar que CO-LAB identifica con el nombre de la villa: “Petricor, el aroma terroso que se produce cuando la lluvia cae sobre un terreno seco, evoca una renovación de la naturaleza para que las semillas de la vida, prevalezcan”.